“Quizás se hayan encontrado en el mismo espacio físico en un par de ocasiones, y nunca me he dado cuenta del brillo que juntas deslumbran, tal vez porque estoy acostumbrado a su propio resplandor por separado.”
Las tres merecen un espacio en mi vida y en mi blog, un espacio independiente pero unido. Las convierte en las mujeres más relevantes en mi vida actual y uno de los grandes pilares de vida.
La primera de ellas, una mujer valiente y sagaz, tierna e imaginativa… me otorgó un poder increíblemente útil, y ayudó a su desarrollo: libertad e imaginación. Hace unos meses, tras hacerle leer una entrada en mi blog con referencias a ella, me susurró unas palabras que al rememorarlas humedecen mis ojos: “Siempre fuiste un niño especial, y aún hoy lo sigues siendo”. Creo que sólo ella y yo sabemos lo que realmente significan esas palabras, ya que, básicamente, ella me crió y sentó las bases más importantes de mi vida: el amor a la familia, el amor a los animales y la sensibilidad e imaginación para vivir el día a día. Que yo recuerde, sólo le habré dicho un “te quiero” en toda mi vida, no hace mucho de hecho, en un arrugado papel que le entregué de estraperlo… pero se lo demuestro con los besos, abrazos intensos y perdidos en el tiempo y en las horas que le entrego. Compartir mi tiempo con ella es la única muestra de amor que le puedo otorgar para que realmente le llegue, ya que apenas la veo un par de días cada dos semanas por trabajo, un dichoso trabajo que está menguando a esa mujer de armas tomar. Nunca se preocupó en absoluto de su belleza exterior, no le hacia falta teniendo el corazón tan grande. Su infancia podría sacarse, perfectamente, de una obra de Dickens: desafortunada y triste infancia, pero su lucha diaria la trajo a mi vida
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40 años de diferencia entre ella y yo prácticamente, pero ninguna diferencia en la forma de pensar y en la apertura de mente. Cualquiera diría que esta mujer de 65 años me dijo ayer “aunque tú lo sabes, ten mucho cuidado con los niños y con las niñas, siempre usa protección”. Me pareció de las cosas más tiernas que podía decirme, supongo que también es algo entre ella y yo, nuestro vinculo.
En mi fabula de vida, ella sería la pequeña hormiguita que trabaja sin parar para sacar delante a sus crías sin pensar en ella misma ni un ápice, silenciando sus penas, problemas y preocupaciones para no infectárselas a los demás… otorgándome libertad para hacer mi propia vida, algo que el egoísta de mi padre no logra entender. Ella es mi tita pero siempre digo y diré que es mi como mi madre porque siempre me ha cuidado con toda su alma.
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La segunda de ellas, la descubrí hace, relativamente, muy poco, y eso que he compartido mi vida con ella. Llevamos juntos 24 años, los mismos que posee.
Hemos pasado por todo: desde cambios de pañales, a gritos por juguetes, enfados por comida… como veis, nuestra infancia siempre estuvo salpicada, y mucho, de grandes desencuentros. Pero el 2001 marcó un punto de inflexión en nuestra relación, si era mala… en aquel momento se rompió todo lo que había. Ante un revés tan fuerte de la vida, buscó refugio en aquella persona en la que siempre había confiado, prácticamente su alma gemela porque son, físicamente y de temperamento, muy similares: mi padre.
Ellos sobrellevaron su duelo… unidos como pudieron, mientras que mi refugio fue “mi santuario”, mi habitación, mi soledad y yo…
Al pasar el tiempo, otro giro del malévolo destino se cebó conmigo, y en ese instante, ella fue mi roca, de la noche a la mañana, con tan solo unas palabras (ahogadas en llanto de profundo dolor)… nuestra relación se metamorfoseó.
Simplemente le pedí: Quédate a dormir conmigo esta, por favor…
Contando con que ella dormía en la habitación de al lado. Sin dudar, sacó la cama nido que se encuentra bajo la mía, y dormimos cogidos de la mano, o más bien, aguantó mis llantos ahogados en la oscuridad de la noche.
Su preocupación por mí se hizo vigente día a día, y la mía por ella y por la difícil situación que afrontaba a mi padre y a su novio. He roto muchas lanzas a su favor aunque ni yo mismo estuviese de acuerdo con ello, pero me he distanciado de mi propio egoísmo y he juzgado lo que ha sido lo mejor para ella, aunque eso me conllevara dolor, como el hecho de su independía este Halloween pasado, mudarse con su novio a un piso i
mpresionante y no tenerla tan cerca como quisiera, pero ella es feliz, y con eso me basta.
Nuestra relación no solo se basa en desdichas, sino en felicidades compartidas y muchas confidencias, apoyo y sinceridad, jamás pensé, hace tiempo, en algún día diría tales palabras, pero… “Cathy, te quiero más de lo que puedo expresar y siempre lo haré, eres mi sangre, pero también eres mi amiga, una de mis mejores amigas.” P.D.: Vente mañana a comer ¡Que papá quiere cocinar pasta!
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A la tercera de las mujeres de mi vida, y no menos importante, la conocí hace casi diez años, diez años de evolución continua, y la guerra que aún nos queda por dar.
Fue en la oscuridad de una habitación, en el viaje de estudios a Italia, allá por el 2001. Tres chicas compartiendo cama con tres chicos en una habitación de hotel de Florencia: dos parejas, ella…. Y yo, abnegado y encabezonado en dormir en una hamaca por tal de no compartir lecho con aquella desconocida. Al final cedí y dormí en el borde de la cama, mientras que ella, de recortada (muy recortada) estatura ocupaba el paraíso de la ancha cama.
En una góndola, en la bella Venecia, ahí fue nuestro encontrontrozao más fuerte, me pagó el transporte porque andaba en ruina, y estuvo mes y medio después, persiguiéndome por todo el instituto para devolvérselo, qué mal me cayó.
Una cosa llevó a la otra, y un día de instituto, compartiendo ya clase, la invite a quedar y dar un paseo, fue una de las tardes que más hablé ya que ella no abrió la boca para nada, he de mencionar que es mi antagonista, totalmente contraria a mí, tímida y reservada y me costó que accediera a otra tarde de charla, esta vez, ella diría algo más que un par de monosílabos.
Nuestra confianza fue afianzándose y le confesé aquello que quería que supiera en los bancos fríos y blancos situados frente a “los chinos”, cerca del Alcampo, nunca lo olvidaré. Sintió como si hubiera estado viviendo una película diferente, una vida paralela, en su propia burbuja y sin saber lo que ocurría en la mesa de adelante; donde yo me sentaba, entonces me prometí que nunca más la dejaría de lado, quise que ella también fuese partícipe de mi película (vida).
Nos hemos amado, matado, querido, matado, peleado que yo recuerde en dos o tres ocasiones, haber quién es capaz de decir semejante sinceridad en 10 años de relación.
Tenemos un pacto, al que ambos esperamos no llegar a los 28 años, aunque quien sabe, cari, la vida da muchas vueltas.
Ella es mi confidente, y me entiende perfectamente, es mi conciencia, y yo he aprendido a ser la suya al comprender y aprehender de su realidad a la vez que comprender su temperamento, estamos unidos con la unimente, que es lo más curioso y gracioso del asunto, (unimente es cuando ambos decimos lo mismo a la vez sin estar planeado, surge muy a menudo y son frases largas, nada de monosílabos, hasta en la forma de reír). Ella entiende como nadie las miles de ideas que tengo en la cabeza y que no me da tiempo a expresar con palabras, y también comprende fácilmente cuando cambio de tema sin decir nada, se ubica perfectamente en décimas de segundo que he cambiado a un tema opuesto y me sigue, algo inaudito en sus comienzos e imposible para muchas personas que me conocen. Me siento orgulloso de su GAYDAR (radar Gay), 
era una chica ignorante en este mundo y ahora los reconoce por la calle antes que yo, el alumno aventaja al maestro. Ella es especial por la simple razón de que no se puede encontrar palabra para describir qué es lo que la hace especial, ella es mi amiga y me siento orgulloso de tenerla en mi vida, un gran apoyo, y yo para ella. Hemos hecho muchos viajes-locuras juntos y va tocando hacer algunos más. Los cines son nuestra pasión y comentar las películas en ellos nuestra manía, por poner algún ejemplo.
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…Y es que simplemente ellas son así, por eso las quiero.
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...ѕιℓєи¢ιOѕ ∂oямι∂Oѕ 
Opiniones sin censura