98 fσямαѕ ∂є мσяιя ѕιи ѕαℓιя ∂є ℓα нαвιтα¢ιóи

Alicia ¿en el país de QUÉ? Nada, nada, lo mío ha sido mucho más loco… He inventado 98 formas de morir sin salir de la habitación, sí, así es.

Venga ya, se te ha ido la pinza, te cuelgo, voy a cenar.

No, no, no, no. Por favor, me voy a morir del asco, he pasado la tarde más aburrida de mi vida, con eso no te digo nada… y te lo digo todo.

¿Morir del asco? ¿Esa es una de las 98 formas que has inventado?

No te burles de mí, estoy pensando en patentarlas.

Tres segundos de silencio dibujó en la cabeza de su colega la imagen de la pura locura.

Definitivamente has perdido el juicio, te dejo.

Espera, dame dos minutos. Veras… ¿y si te digo algunas de las formas inventadas?

Como esta conversación no termine pronto, voy a ser yo quien invente una ahora mismo.

Bah, no seas fantasma, se necesitan al menos… 5 horas de soledad para empezar a inventar. La primera ha sido muy fácil: dadme un calamonazo contra la pared.

Típica. suspiro el otro.

¿Y estamparme la torre del ordenador contra mi cabeza?

¿Quieres dejar tu cabeza en paz?

¿Y qué me dices de partirme los dedos de la mano con los pies?

¿Y de eso morirás?

Mmm… si pierdo la conciencia y me caigo al suelo desde la cama y me parto la cabeza y…

Lo interrumpió.

Y se te ha ido la cabeza, total y absolutamente.

He planchado la funda del móvil.

¿Te envió una UVI?

¿Cristales? ¿Saltar por la ventana?

¿No se supone que era un suicidio sin salir de la habitación?

Pequeñeces. Electrocutarme es otra, al igual que ahogarme con el vaso de agua de mi mesilla. Hincarme un bolígrafo en el corazón, o perforarme los pulmones, no lo tengo demasiado claro.

¡Madre mía! Sí que te ha dado tiempo a pensar.

¿Impresionado?

Debo reconocer un poco.

Suficiente sonrió complacido –.Que te aproveche la cena. Ciao.

Mañana pongo un anuncio en el periódico.

¿Qué vas a buscar? ¿Imaginación para inventar como yo?

Había pensando en tiempo libre para tener tu locura, pero creo que buscaré amigos.

¿ρσ∂яáѕ ѕαℓναятє тú?

Sequedad entre mis manos, hechas de barro para tocar el piano del alma de la gente atormentada.

Yo, el poder que corrompe las lágrimas de los resignados a sonreír, soy capaz de maldecir la sustancia llamada tiempo que permite la curación de mi dolor.

¡No! Nunca dejaré que una gota de esperanza roja; llamada sangre; pueda avanzar en el camino de la historia como la supervivencia sobre todas las sombras que cubro con mi oscuro manto.

¿Escuchas? Melodías se entremezclan en el aire, la sordera de esta estúpida sociedad llevará la salvación de los demonios de nuestra autodestrucción.

Lo siento yo ya perdí mis alas para salvarte. ¿Podrás salvarte tú?